El análisis de las primeras muestras de roca marciana recogidas por el robot Curiosity de la NASA ha demostrado que el planeta rojo pudo albergar microbios vivos en el pasado.
Los científicos de la misión de la agencia espacial estadounidense
han identificado nitrógeno, hidrógeno, oxígeno, fósforo y carbono,
elementos que se consideran ingredientes básicos para la vida, en el
polvo recogido por el Curiosity tras taladrar el mes pasado una roca en el cráter Gale de Marte.
"Una pregunta fundamental de esta misión es si en Marte pudo existir
un entorno habitable. Basándonos en lo que ahora hemos descubierto, la respuesta es que sí",
ha explicado Michael Meyer, el científico principal del Programa de
Exploración de la NASA, en una rueda de prensa celebrada en Washington.
Los indicios de este entorno habitable han surgido de los datos
proporcionados por los instrumentos con los que está equipado el
Curiosity para analizar muestras de roca e identificar sus componentes químicos.
Los datos recogidos por el robot indican que en la zona explorada por el vehículo robótico existió un río o lago antiguo
que pudo proporcionar condiciones favorables para la vida microbiana en
el pasado de Marte. La roca analizada contiene minerales arcillosos,
minerales de sulfato y otros elementos químicos que pudieron favorecer
la existencia de vida, y a diferencia de otras regiones de Marte, no era
un entorno demasiado salado o ácido.
"Hemos descubierto un Marte muy antiguo donde las condiciones eran favorables para la vida", ha asegurado John Grotzinger, otro de los investigadores principales de la misión.
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